Sistemas de calefacción: ¿Cómo calefaccionar el hogar sin gastar de más?

De a poco se va sintiendo que el invierno está por llegar y ante esto, es muy importante conocer cuáles son las opciones de sistemas de calefacción que se pueden tener en un departamento y cuáles son más eficientes, tanto en el precio como en la mantención del calor.

Son varias las alternativas en sistemas de calefacción que el mercado ofrece para esta tarea, aquí te dejamos las más utilizadas en departamentos:

Estufas eléctricas: son las más usadas por su adaptabilidad al lugar, por su seguridad y porque es energía limpia que no genera humo ni olores. Además, cada vez se están fabricando con más tecnología (hasta con WiFi) y menor gasto energético, y solo se necesita que esté conectada a la corriente.

Calefactores: dentro de esta categoría caben distintos tipos, hay termoventiladores que generan bastante calor en un espacios más reducido, pero su gasto es más alto. También hay radiadores que no son de los que menos consumen, pero tienen una buena performance y los paneles que están catalogados como los más eficientes y limpios. 

Aire acondicionado: es un sistema que se puede usar en invierno y verano, por lo que ayuda a centralizar en un solo aparato este tema, lo que sí, necesita de más espacio para cada uno de sus componentes. No requiere de mucha mantención y aunque el costo inicial es más alto, se prorratea con el uso casi todo el año.

Piso radiante: muchos edificios cuentan con este sistema que es a base de tuberías de agua caliente empotradas bajo el suelo, las que circulan  y generan el calor. Se suele regular a través de radiadores y es producida por una caldera.

Como te comentamos, es muy importante, sobre todo en estos tiempos, lograr ser eficientes con los sistemas de calefacción, ya que mientras mejor se ocupe el calor /espacio, más responsables seremos con nuestras finanzas y con el medioambiente.

Para ayudarte con esta misión te dejamos 9 consejos que puedes replicar en tu departamento:

Radiadores:

1. Quitar el aire: en el caso de tener este sistema de calefacción, una buena forma de obtener el máximo rendimiento y ahorro es extraer, periódicamente (al menos una vez al año), el aire acumulado en forma de pequeñas burbujas que podrían dificultar la circulación del calor y con eso obligar a tener la calefacción encendida durante más tiempo para lograr la temperatura deseada. 

2. No cubrirlos: si crees que los radiadores pueden secar ropa o es una buena idea poner la toalla encima o dejarlos detrás de un mueble, te decimos que no es así. Esta acción podría aumentar el gasto y por ende el costo, porque tendrán que trabajar más para llegar a calentar el aire de la casa.

3. Apagarlos en habitaciones vacías: para evitar consumos mayores y desperdicio energético es mejor mantener esos calefactores apagados, ya que muchas veces con el calor del resto del lugar se va a temperar. 

4. Paneles reflectantes: aunque estéticamente no es lo más recomendable, en términos de eficiencia sí, ya que con esta acción (poner paneles reflectantes detrás de los radiadores) podrías ahorrar hasta un 20 % en el gasto de calefacción. Esto sirve para que el calor no se acumule en la pared y así se disperse con mayor facilidad por la habitación.

Regular la temperatura

5. Temperatura ideal: se dice que entre los 19 y los 21 grados es lo más adecuado para el interior del hogar en el día y en la noche debiese ser de 16º, con esto se ahorraría aproximadamente un 13%. 

6. Aislar puertas y ventanas: como el calor tiende a expandirse hacia los espacios más fríos, es muy importante mantenerlo dentro y para eso las puertas deben estar aisladas con burletes, alfombras o esterillas, y en el caso de las ventanas, lo mejor es que sean de doble cristal, ya que la pérdida de energía podría bajar en hasta un 50%.

7. Ventila la casa temprano: al igual que en verano, este punto es fundamental y aquí juega un rol relevante el horario, lo mejor es hacerlo por la mañana ya que el frío será menor.

8. Persianas y cortinas: su uso adecuado podría ahorrar en calefacción. Se deben mantener subidas o corridas en días soleados para que los rayos del sol ayuden a calentar el ambiente y ocupar como un aislante en las ventanas, procurando que no se escape tanto calor por ellas y que no entre el frío del exterior.

9. Abrigarse: a veces se nos olvida, pero utilizar prendas más gruesas, sin necesidad de vestirse como si se estuviese en el exterior, es un buen aporte para no tener que utilizar la calefacción todo el tiempo, si no cuando ya es demasiado necesario.

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