3 GRANDES ERRORES QUE NO QUERRAS COMETER
CON TU PRIMER DEPARTAMENTO

Lunes 11 de Junio, 2018

Cada vez que hacemos algo por primera vez, es normal que cometamos errores y aprendamos un montón. Sin embargo, mudarte de la casa de tus padres probablemente sea uno de esos momentos estelares en los que vale la pena poner en práctica aquello de “más vale aprender por experiencia ajena”, pues se pone en juego tu calidad de vida.

Entonces, si estás pensando dar ese gran salto a la independencia, lo mejor es que te asegures de hacerlo bien. Hoy queremos compartir contigo estos 3 grandes errores que quizá ningún amigo o familiar se atrevió a comentarte para no arruinarte la fiesta, consejos que estamos seguros te ahorrarán unos cuantos dolores de cabeza al mudarte a tu primer hogar independiente.


Error #1: Siempre quise vivir ahí

Como no podemos decidir el lugar donde crecemos, de adultos sentimos que la vida nos da una segunda oportunidad para elegir dónde queremos que transcurra nuestro día a día. Esto es cierto en parte, pues hay muchos criterios implicados en la toma de decisión que pueden resumirse en 3: el presupuesto disponible, la cercanía de lugares habituales o conectividad del entorno y tu estilo de vida. El primero es determinante, y a su vez implica las opciones de crecimiento familiar y económico que muchas veces dependen solo de ti, pero otras no (¿te mudas solo o con una pareja?, ¿planeas iniciar una familia?, ¿estabilidad financiera, ascensos profesionales a la vista, mercado inmobiliario?). El segundo y tercer criterio retratan nuestro día a día, donde no tener que cruzar la ciudad para ir a trabajar, ir al gym o visitar a nuestros padres, inevitablemente se traduce en tranquilidad. Elegir un lugar con excelente conectividad, cercano a estaciones de metro y acceso inmediato a autopistas es fundamental si no quieres pasarte la mitad de tu vida en un taco.


Error #2: Compré muebles antes de mudarme

Ese enorme sofá que fue amor a primera vista en Pinterest y que compraste online, no cabe en tu sala. Para colmo, el hermoso tono café tostado de la tapicería se ha tragado literalmente toda la luz de tu departamento. Tomar medidas de tu espacio antes de elegir los muebles es crucial para decidir la organización acertada; cuando recién te familiarizas con tu nuevo hogar, es muy fácil sobreestimar el tamaño de una habitación o no dar importancia a los puntos de luz natural, obsesionarse con refrigeradores que no caben en el espacio de la cocina o muebles de TV que no coinciden con las tomas eléctricas. Quizá convenga mudarse con pocas cosas, e ir poblando los espacios a partir de necesidades reales que no dejen de lado el afán decorativo. El tiempo y tu dinámica diaria serán grandes aliados para encontrar el estilo de tu departamento.


Error #3: Mis vecinos… Otra vez!

No puedes elegir a tus vecinos. Pero puedes, por un lado, hacer cumplir las normativas del Reglamento de Copropiedad del edificio, y por el otro puedes practicar la tolerancia. Es decir, como con tantas cosas en la vida, la respuesta correcta es una escala de grises y un “depende”. No podemos comparar la incomodidad que puede producirte el llanto del bebé de tus vecinos con la fiesta de karaoke que armaron las vecinas de enfrente aquella madrugada de un martes. Como es natural que los problemas e incomodidades ocurran en la convivencia, lo mejor es tener un protocolo o plan de acción para no cometer errores o darle tantas vueltas cuando se presenten. Lo primero es hablar; ante la situación problemática, ve a la fuente (el vecino o vecina en cuestión), exponle amablemente el asunto y sugiere una manera de resolverlo. No resguardes tu incomodidad en notas anónimas o chismes con otros vecinos. Si hablar con ellos no te lleva a ninguna parte y el problema persiste, tendrás un argumento justo para elevar una queja a la junta de vecinos competente.


Independizarte es toda una aventura. Es una decisión que implica tanta inversión y emociones, que en verdad creemos que todo debe ser perfecto. En realidad, se trata de un proceso con ajustes y revisiones que sólo se resuelven en el tiempo. Créenos, la novedad y la alegría de ser autosuficiente te ayudarán en el proceso de adaptación, y por eso es un gran paso que definitivamente vale la pena y para el cual queremos ayudarte.