RUNNING: ¿CUÁL ES LA MEJOR SUPERFICIE PARA ENTRENAR?

Martes 20 de Marzo, 2018

Lo mejor del running es que puedes practicarlo casi en cualquier lugar, pues sólo necesitas ropa cómoda, zapatillas y tus ganas de entrenar. Además, si sabes escoger la superficie para correr según tus objetivos, podrás mejorar tus récords, evitar lesiones y escapar de la rutina que implica hacer siempre el mismo recorrido.

Asfalto, hierba, arena e incluso la trotadora del gym, se trata de superficies distintas que demandan diferentes esfuerzos, y que tienen sus ventajas y riesgos. Detallemos los pros y los contras de cada una.


Asfalto

Lo bueno: Es una superficie que, por su homogeneidad, te ayuda a impulsarte fácilmente y no te exige demasiada atención en la pisada. Si entrenas para una maratón, es la superficie ideal para mejorar tus tiempos y condición aeróbica.

Lo malo: Si corres en la calle, debes estar muy atento a lo que ocurre a tu alrededor para evitar accidentes. Por otro lado, debido al desgaste inevitable, debes cambiar tus zapatillas con frecuencia para que sigan amortiguando cada paso de forma correcta.


Hierba

Lo bueno: Ofrece gran amortiguación, lo que supone un excelente entrenamiento para tus músculos sin estresar las articulaciones. Correr descalzo sobre hierba fortalece los músculos de los pies y mejora la técnica de la pisada.

Lo malo: La lentitud. La suavidad de la hierba, las texturas y variaciones del terreno, los eventuales obstáculos que abundan en la naturaleza, te obligarán a variar el ritmo de tu entrenamiento.?


Arena

Lo bueno: Tanto si está húmeda o seca, la arena es una de las superficies más interesantes para correr. Cuando está seca, la arena te obliga a levantar las rodillas y controlar tu paso, lo cual mejorará tu técnica. Si está húmeda, tus articulaciones tendrán una dosis moderada de esfuerzo y amortiguación.

Lo malo: Correr sobre arena puede generar estrés muscular y articular. Si está seca, se aplicará esfuerzo extra para no resbalar. Si está húmeda, nos obligará a hacer pausas para no agotarnos demasiado. Por eso es una superficie que demanda atención plena de la motricidad propia.


Trotadora

Lo bueno: Es una máquina diseñada para correr sin dañar ligamentos ni tendones, especialmente recomendada para quienes se recuperan de una lesión o tienen poco tiempo para correr. En la mayoría, se pueden seleccionar rutinas de intervalos e inclinación, lo que te permitirá optimizar el rendimiento físico.

Lo malo: Si no se tiene un plan de entrenamiento que alterne la rutina de trotadora con otros ejercicios, puede hacerse muy aburrido. Adicionalmente, el cuerpo termina adaptándose a la mecánica del aparato, y en el tiempo se reduce su efectividad.


Como una herramienta, cada superficie impacta nuestro cuerpo y afecta nuestra mente de diferentes maneras. ¿Cómo saber cuál es la más conveniente? Cuando entrenamos para una carrera en particular, probablemente lo más sabio sea entrenar en superficies similares a aquella donde se llevará a cabo el reto. Cuando correr es una forma de vida, cotidiana y placentera, alternar superficies será la mejor forma de añadir variedad al entrenamiento y por tanto, hacerlo más efectivo forzando al cuerpo a ajustarse a terrenos cambiantes.