La condensación, la humedad y las filtraciones suelen ser los invitados de piedra en nuestros baños, originado la mayor de las veces por la propia actividad diaria que se realiza en este espacio y, sobre todo, por la escasa mantención que solemos hacer en forma periódica a baños y duchas, cuyo uso diario unido a la escasa ventilación provocan exceso de vapor de agua en el aire, caldo de cultivo para el crecimiento y proliferación de hongos.
De estos protagonistas, la humedad es el enemigo número uno, ya que su acción afecta revestimiento de muros, techos y mobiliario. Lo óptimo, como señala Javier Muñoz, Jefe de Post Venta del Edificio Now de Gespania, es que en una vivienda en la que se realicen mantenciones básicas el porcentaje de humedad en un baño no sea mayor a 20-30%. Sin embargo no siempre es así, por lo que es fundamental tener en cuenta una serie de recomendaciones aplicables tanto a baños ciegos (sin ventanas) como a los que la poseen.�?
Baños ciegos
- El extractor de baño es la mejor ayuda que podemos tener para la humedad o los daños que pueda producir la condensación de la temperatura del agua caliente.
- Si el extractor no tiene algún timer o reloj de tiempo que le dé mayor tiempo para que pueda absorber toda la humedad o condensación, el ideal es dejarlo prendido por algunos minutos, en especial cuando los baños poseen porcelanato o algún revestimiento cerámico.
- Luego de ducharse, si no hay revestimiento en los muros, secarlos con un paño limpio, idealmente blanco, para evitar daños en la pintura.
- Aplicar productos impermeabilizantes que ayuden a la eliminación de hongos o eviten su aparición.
- Una vez usado el cuarto de baño, ventilarlo, dejando la puerta abierta para que circule más aire.�?
Baños con ventanas
- Al ducharse, hacerlo con la ventana levemente abierta y dejarla así por algunos minutos para que el baño se ventile normalmente.
- Si no hay buena ventilación natural, secar los muros pintados con un paño limpio.
En ambos casos
- Normalmente los cielos de los baños, un sector difícil de limpiar, se tienden a llenar de hongos o manchas oscuras, por lo que se recomienda retocar la pintura con productos especiales que son lavables y resistentes a la humedad.
- En caso de filtraciones o problemas anexos, revisar constantemente los fragües de piso y muro que no estén fisurados.
- Renovar, cada seis meses, los sellos de silicona que hay entre las cerámicas.
- Cada tres o cuatro meses, limpiar sifones y desagües de tinas y lavamanos para evitar filtraciones internas que no son visibles.
- Sólo en casos extremos, usar soda cáustica para destapar desagües. No se recomienda su uso periódico porque daña los materiales plásticos y el funcionamiento original del producto.
- El ideal es que la mantención básica la realice el propietario o el usuario de la vivienda. Por ejemplo, si tiene una pistola calafatera puede renovar el fragüe.
- Lo recomendable es que la mantención de los sifones, la realice un gásfiter para que quede bien instalado y evitar así, filtraciones.
- La clave es la prevención, cosa que no siempre se hace. “A los propietarios les decimos que esto es como un vehículo, al que debemos hacerle mantención, cambio de aceite, revisar neumáticos. La casa es lo mismo: hay que hacerle mantención de cosas bien básicas pero que normalmente la gente no acostumbra a realizarlas”.
- En resumen, tener siempre cuidado de revisar como puntos fundamentales los sifones de lavamanos, lavaplatos y tinas; revisar los sellos en sectores húmedos como son duchas y lavamanos, y revisar los fragües en duchas para evitar la humedad o filtración hacia otros recintos u otros departamentos.
Fuentes:�? Gespania