Una de las cosas más ricas del invierno son esos momentos de relax total en casa, cuando el clima nos obliga a hacer un alto en la rutina y disfrutar de una pausa. Llegar de una jornada gélida a un hogar acogedor y que invite al descanso puede ser muy fácil si sigues estos consejos decorativos simples y que no te costarán un ojo de la cara.
1- Tonos que calman: Déjate tentar por la gama de los beiges, tonos crudos, amarillos tostados o algunos toques de ladrillo para decidir la paleta de colores para un determinados espacio (por ejemplo, la ropa de cama de tu dormitorio o los elementos decorativos de un baño).
2- Tejidos para abrigarse: Nada mejor para transmitir calor como las fibras naturales, lino, lanas gruesas (¡la merino es sencillamente perfecta!), textiles de pelo largo o de trama o con textura en general, que se pueden utilizar en cojines, alfombras, butacas o pisos tapizados.
3- Materiales acogedores: Ya sabes que algunos materiales, como el acero o el cemento, transmiten frialdad, mientras que la madera (en todas sus tonalidades), el cuero, ratán, bambú, mimbre o ladrillo son los campeones de la calidez, porque no solo tiene cualidades térmicas sino que transmiten sensaciones táctiles asociadas al trópico.
4- Papeles murales para delimitar los espacios: Es una forma sencilla y determinante de dar color y acento a un espacio. Un diseño en patrones y colores cálidos ubicado en un muro en particular, señalará un ricón cálido para la mirada.
5- Puntos de luz: Incorpora lámparas LED de luz cálida (más económicas). Piensa bien qué puntos quieres resaltar en la decoración, y luego ayúdate de lámparas de mesa, de pie o bien luces led adhesivas de tonos cálidos para iluminarlos. ¿El secreto mejor guardado de los decoradores profesionales? Las luces led de armario, pequeñas, económicas y fáciles de utilizar.
6- Detalles: Incorporar objetos antiguos o de look envejecido, jarros de flores pequeñas en las esquinas o velas aromáticas, le dará a cualquier lugar un toque personal que transmite una comodidad inmediata.